#4
El hermano de mi mejor amiga es la persona más exasperante que pisa este planeta.
Desde el día en que lo conocí, su misión en la vida ha sido convertir la mía en un infierno. Si no se está escondiendo detrás de la esquina oscura más cercana, está haciendo su próximo truco.
Así es Dorian Davis, y nada de él ha cambiado en las dos décadas que le conozco.
Ya debería estar acostumbrada a él. Inmune a sus travesuras. Incluso me consideré preparada cuando su hermana nos obligó a ayudarla a organizar una fiesta de Halloween para su empresa.
No lo estaba.
Resulta que Dorian no quería asustarme. Quería oírme gritar.
Oírme suplicar.
Quería demostrarme que todo lo que creía saber estaba mal, y que todo lo que creía querer no era suficiente.
Quizá si no llevara un traje de sirvienta, no estuviera participando en un juego de misterio de asesinato en la vida real y no estuviera corriendo por un laberinto de setos para salvar mi vida, apreciaría el sentimiento. Pero actualmente estoy haciendo todas esas cosas, y si me pilla, no creo que sobreviva.
Porque como ha dicho... esto ya no es un juego.
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